Hace un año decidí dar un salto mortal y apostar por un sueño.
Después de muchos meses peleándome conmigo misma y con unas ganas de crear que no hacían mas que revolverse dentro de mi, decidí dejarlo todo (ohnodiosmíoestásloca!!!… ¡Con la que está cayendo!), salir de mi acogedora y calentita zona de confort (insisto… ¿hasperdidolacabeza?) y lanzarme a ese frío que me decían que hacía fuera (para algo se inventaron los abrigos).
Y así empezó todo. Los momentos de inspiración, los días en los que me paralizaban las dudas y esos en los que hubiera sido capaz de comerme el mundo. La búsqueda de ideas, formas, colores, texturas; las horas delante del ordenador disfrutando como una niña de lo que un día sería el primer diseño para mi primera camiseta. No os podéis imaginar la euforia que sentí el día que vi impreso ese diseño en una lámina como es debido… De verdad, euforia. Y mucho menos explicaros lo que sentí cuando tuve en la mano la primera camiseta recién salida de la máquina… ¡Se estaba haciendo realidad!
Hoy por fin Lil’O está “en el aire”, y el sentimiento cada vez es más inexplicable… #muerodeamor. Estoy tan feliz que podría estallar y llenarlo todo de caritas sonrientes y diminutos corazones rojos.
He puesto mucho de mi en este precioso proyecto, mucha ilusión, muchas ganas y mucho corazón. Y si algo sé, es que esto tenía que hacerlo. Y apostar, en contra de lo que parecen no dejar de repetirme, por esos ideales de la revolución bohemia que defienden en Moulin Rouge: Libertad. Belleza. Verdad. Amor.
Lil’O es una historia de valor.
De miedo (que ser valiente no significa no tener miedo).
De atreverse a atravesar límites, a derribar barreras y a cuestionar “verdades”.
Pero, sobre todo, es una historia de amor… MUCHO AMOR (de ese que se escribe con mayúsculas).
Espero que, al menos una pequeña parte, os llegue algo y os saque una sonrisa.
#quenadietedigahastadonde #cazadoresdesueños #lilomola