¿Alguna vez te has dedicado a garabatear sin sentido en clase o mientras hablabas por teléfono? ¿Cuántas veces tienes una de esas brillantes ideas que descartas tranquilamente porque piensas que es completamente absurda? ¿Y esa idea genial que se te ocurrió mientras ibas en el autobús y dejaste olvidada en el asiento al bajarte?

A veces en lo absurdo, en lo aparentemente insignificante, reside la genialidad. En ese verso que ha surgido de tu cabeza y que aunque a alguno le suene incoherente, para ti tiene todo el sentido del mundo. En ese garabato de nada que repites sin parar. O en esa idea que por sí sola parecía no llevar a ningún sitio, pero que al lado de aquella que te dejaste en el autobús se convierte en algo completamente distinto.

En realidad se trata de confiar un poco más en uno mismo, en nuestra intuición, en nuestra capacidad de crear… Y de creer. De creer no tanto en lo que nos cuentan, ni en esos “eso no puede ser” , “eso es una tontería”, o esos constructivos “no eres capaz” que nosotros mismos nos contamos y que parece que salen de debajo de las piedras.

¿No sería mejor creer en esas maravillosas y descabelladas ideas que nacen de nosotros mismos? ¿No sería más divertido (y seguramente más productivo) darnos permiso para soñar?

Estas preguntas, un día decidieron transformarse en este cuaderno. Que ya estaba bien de ir dejando ideas abandonadas en los márgenes de los apuntes y en las paradas de autobús.

Ha llegado el momento de atreverse a darle un poco de espacio a toda esa creatividad, para que pueda crecer y estirar las piernas (que ya está bien de tenerla hecha un higo en un rinconcito de nuestra cabeza).

Se ha hecho esperar, eso es cierto. Hemos puesto mucho mimo y cuidado en cada detalle. Los que nos conocéis más de cerca, sabéis que lleva en marcha unos cuantos meses pero, POR FIN, está listo.

Es un cuaderno de esos chulos. Ni demasiado pequeño, ni demasiado grande: 19x25cm. Ni demasiado delicado, ni demasiado aparatoso: 80 páginas con cubierta semirrígida y puntas redondeadas. Con su bolsillito en la contraportada para meter esas ideas de servilleta. Y, lo mejor de todo: está hecho de material reciclado y montones de ilusión.

Si quieres uno, puedes conseguirlo aquí.

Esperamos que os guste tantísimo como a nosotros.

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